Hay ciudades de otoño, que invitan a ser visitadas en esta época del año cuando las hojas cambian de color, los días se hacen más cortos y cambiamos el tinto de verano refrescante por un vino tinto, con cuerpo acompañado de una buena selección de quesos. Una de estas ciudades es Toulouse. Pequeñas tiendas con encanto, libros ilustrados, persianas de colores, rodeada de ríos, por una parte el Canal de Midi i por otra el Garona, ladrillos rosados, librerías de segunda mano, restaurantes y bares con personalidad propia, vin rouge i quesos azules, foundees, teatros y cines, libretas y lanas de colores. Poesía.
Toulouse es una ciudad muy fácil de visitar y que invita a perderse sin rutas prefijadas. Como buena ciudad francesa conserva su propia personalidad y se aleja de la globalización reinante en otras ciudades parecidas en otros países. Algunos de los imprescindibles de la ciudad son:
Place Capitol
Jardin des Plantes
Cruzar el Pont Neuf y perderse por Saint Cyprien
Mirar qué exposición hacen en el Museu d’Art Contempori Les Abattoirs
Las terrazas y bares de La Grave
Explorar el barrio de Saint Aubin,lleno de restaurantes, bares y pequeñas tiendas.
y como no La ciudad el espacio Cité de l’espace
Encontrareis infinidad de pequeños restaurantes y sitios que te invitan a entrar a pegar un bocado, pero un imprescindible que hará las delicías de los más pequeños de la casa es la foundee de la Daurade. Toulouse nos tiene definitivamente el corazón robado.
Bon voyage Nòmades!